martes, 19 de mayo de 2009

Querida Rutina

¿Qué pasa cuando hacemos lo mismo todos los días? Cuando algo se vuelve rutinario se pierde el placer y el gusto por hacerlo. Uno se recibe, empieza su vida, la transita con mucho placer y disgustos también (lo natural es inevitable). Uno va perdiendo el gusto a las cosas, las ganas, una vez que se hizo rutinario dejó de ser eso que tanto nos gustaba. Entonces, no hay que dejar que la rutina cambie nuestros valores y creencias. Si creemos que esto es lo mejor, lo es.
Entonces… la clave está en no dejar de hacerlo con gusto, en recordar que estamos acá haciendo esto, en este lugar y con esta gente, porque lo buscamos y lo quisimos. Porque ya todos sabemos que la vida funciona mucho mejor si hacemos las cosas con ganas y orgullo, y no por obligación y pensando solamente en la amortización. Cuando las cosas se hacen, hay que hacerlas con disfrute.
El incentivo para hacer las cosas debería ser propio, pero muchas veces eso no aparece y necesitamos de un tercero, de algo, de alguien, un factor que venga de afuera para lograr un avance.
Si uno te pide que vayas a buscar “x” cosa, quizás no vas, porque no es obligatorio y estás cansado… pero si te dicen que vayas a buscar “x” cosa y allá te esta esperando algo para vos, seguramente vayas.
Si tenés a esa persona, cosa o marciano que te da el empujón cuidalo. Tu rutina puede necesitarlo.

No hay comentarios:

Powered By Blogger

¿Estornudaste alguna vez con los ojos abiertos?

¿Sabías que el único animal que sólo tiene sexo por placer es el delfín?

¿Te hace mal rasguñar la pared?

¿Cuál es la clásica excusa para no ir a trabajar?

Siempre hay alguien que camina a la misma par que vos...