
Hacerse optimista es un juego. Y es preciso ser optimista, pues solamente el optimista tiene la razón. Solamente él ve las cosas en su integridad y en sus verdaderas relaciones. El buen humor es siempre fecundo. El hombre malhumorado, no puede producir, pues considera de antemano inútiles sus esfuerzos. El fin adquiere para ellos aspectos de fracaso. La alegría por el contrario, cambia la configuración de los obstáculos, los disminuye, losempequeñece. Es eminentemente constructiva, puesto que le da audacia y el valor pararealizar. Seamos alegres, puesto que la alegría puede encontrarse en todas partes inclusive en el dolor. Los hechos son los hechos, sin más adjetivos. Su coloración se debe a nuestro temperamento. Si los aceptamos por lo que son, sin teñirlo de rosa o de negro, los consideraremos como tarea en nuestra existencia, la tarea de sacar de ellos el mayor partido posible. Los acontecimientos que parencen perturbar nuestra vida ordinaria no son irremediablemente fastidiosos. Hay en ellos una parte favorable. Convenzámonos de ésta verdad, un bien se encuentra en todo y deberemos buscar ese bien en cada uno de nuestros reveses a fin de sacar provecho de ellos.
"Tía Susy"
"Tía Susy"